¡Sólo te tengo a ti, Jesús! Aún dentro del turbión o tempestad. En la quietud y en la bonanza, O en la neblina y oscuridad.
¡Sólo te tengo a ti, Jesús! Entre risas y algarabías, En la compañía y alegría O en la tristeza y soledad.
¡Sólo te tengo a ti, Jesús! Tú planificas mis días… Me consuelas, me alientas. A ti, he rendido mi vida.
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¡Sólo te tengo a ti, Jesús! En el adiós de un amigo… En la bienvenida a lo nuevo, Tú siempre sigues conmigo.
¡Sólo te tengo a ti, Jesús! Te veo en todo y en todos. Me rodeas en todo tiempo… ¡Sólo te tengo a ti, Jesús!
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